Château Le Virou

La Historia

En 1638 la noble familia de Gourgue cede más de cien “días de trabajo” de tierra cultivable, prados y bosques maduros a los Carmelitas Descalzos para construir el primer “desierto” carmelita de Francia.

El 23 de marzo de 1640, los Carmelitas Descalzos obtuvieron cartas de patente del Rey de Francia reconociendo el Santo Desierto de Virou.

Se necesitaron casi 30 años para construir el monasterio. Un muro de 3.800 metros de largo encerraba la finca. El monasterio de 100 x 120 metros incluye una iglesia, dos capillas, un oratorio, una sacristía, dormitorios y numerosas dependencias.

Tras la Revolución Francesa y la supresión de votos y órdenes religiosas en 1790, Virou fue vendida en subasta a los Delbo, una rica familia de comerciantes bordeleses, por la suma de 241.000 libras.

Tras los estragos de la filoxera en 1875, se acometieron importantes obras de reconstrucción de la finca con remodelación del suelo, saneamiento, recalificación de las parcelas y construcción de una bodega y alojamiento. Los viveros instalados en la finca proporcionaron millones de plantas injertadas para ayudar a reconstruir los viñedos de la Gironda. Le Virou, descrito como una propiedad modelo por el periodista Charles Lallemand en 1899, también recibió la Gran Medalla de Oro por reconstitución y buenas prácticas de cultivo por parte de la Sociedad Agrícola de Gironda.

Después de un siglo de decadencia, en 2013 el Château le Virou fue adquirido por Pierre Jean Larraqué. Asombrado por la increíble historia de la propiedad y convencido de la excepcional calidad del terroir, emprendió obras para reestructurar el viñedo y renovar su patrimonio histórico. Su objetivo era dar nueva vida a esta gran característica local a través de sus vinos.

Los Viñedos

Château le Virou es el viñedo amurallado más grande de Europa. Su único bloque de 100 hectáreas se encuentra en una ladera con una diferencia de altura de 28 metros entre los puntos más altos y más bajos. Estas condiciones hacen posible, sobre un mismo tipo de suelo compuesto por arcilla azul y caliza asterizada, tener características diferentes según la parcela.

En el punto más alto de las laderas, hay afloramientos de la roca madre. La roca madre es la capa mineral en la superficie de la corteza terrestre, que contribuye a la composición del suelo a medida que se descompone. Es la desintegración de este material la que es en parte responsable de la formación del suelo. Los afloramientos de roca madre tienen la particularidad de aportar un extra de profundidad, intensidad y mineralidad a los vinos.

Esta rara característica atestigua el terroir excepcional, compartido por solo algunas de las mejores propiedades en la orilla derecha de Burdeos. Lo mismo se aplica a la piedra caliza asteriada, que se compone de pequeñas conchas y otras materias transportadas por el mar. Un vestigio que data de varios millones de años, cuando la tierra que ahora son los viñedos de Burdeos estaba bajo el nivel del mar.